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Con Valor Cultural
Pocas bebidas resultan tan reconocidas en el mundo como el vino, que desde tiempos ancestrales ha sido un elemento fundamental al momento de servir una buena mesa. Evolucionando al mismo tiempo que las sociedades, el vino ha logrado adaptarse a las tendencias y con el paso de los años ha logrado mantener su misma popularidad, siendo el disfrute de un buen vino uno de los mayores deleites gastronómicos. Compartir una exquisita botella continúa siendo un símbolo de sofisticación y buen gusto, aportando un toque de sabor y elegancia a cualquier velada.
La Historia del Vino
Desde alrededor del año 8.000 a.C. – 5.000 a.C. existen registros de la práctica de fermentar cereales, miel y frutas en vasijas enterradas para elaborar vinos, costumbre mantenida por las tribus de la región de Armenia, Georgia, Azerbaiyán, el norte Irán y el oriente de Turquía.
Por otra parte, la uva es cultivada desde el 4.000 a.C. en las regiones del Medio Oriente, encontrándose evidencia de su uso en la elaboración de vino en diferentes lugares, incluyendo Macedonia. Para el 2500 a.C. los egipcios ya utilizaban ampliamente esta bebida, la cual cobró gran relevancia en las ceremonias de esta cultura.
El vino logra llegar a Europa Occidental gracias a los fenicios y luego los griegos, quienes mantenían un comercio activo basado en esta bebida, por lo que plantaron viñedos en todas sus colonias, pasando por toda la extensión del Mar Negro hasta llegar a España.
La difusión del cultivo de uvas en diferentes regiones permitió que estas mutaran para adaptarse a las condiciones ambientales de cada lugar, dando origen de esta forma a las más de 1.300 variedades de uvas que existen en la actualidad.
La producción del vino evoluciona gracias a las innovaciones durante la época del imperio romano, quienes optimizaron la elaboración de esta bebida por medio de inventos como la prensa de uvas, además de idear técnicas de cultivo más sofisticadas e implementar el uso de barriles de madera como medio para almacenar y distribuir el vino.
Durante la Edad Media debido a su rol en las misas cristianas, el vino logra sobrevivir la caída del imperio romano, convirtiéndose la Iglesia Católica en uno de los principales promotores de su producción, siendo los monasterios quienes se encargaron de su elaboración en países como Francia y Alemania. Su popularidad se extendió por toda Europa, convirtiéndose en la principal bebida consumida por todas las clases sociales.
La industria del vino es llevada al continente americano durante la Colonización. En el siglo XVI los misioneros españoles llevan el conocimiento de la viticultura a los países de Chile y Argentina, llegando a Baja California en el siglo XVIII.
La terrible plaga de Phylloxera que arrasó las plantaciones de uva en toda Europa durante el siglo XIX amenazó la continuidad de la industria del vino. Sin embargo, una vez los viñedos se recuperaron, resistiendo solo los mejores, comenzó una transformación en el sector, estableciéndose regulaciones para estandarizar la producción de los vinos y garantizar su calidad para proteger la reputación de las diferentes regiones productoras, permitiendo que diferentes variedades alcanzaran el estilo que los caracteriza en la actualidad.
Ingredientes del Vino
Uvas
Las uvas como base del vino contienen en sí mismas las características para comenzar la fermentación de forma espontánea, la cual se desarrolla fácilmente gracias a la presencia de levaduras naturales y su alto contenido de azúcar.
Cada variedad de uva logra aportar diferentes características al producto final, permitiendo obtener vinos más aromáticos, más cítricos o más frutales dependiendo del tipo que se utilice, creando perfiles más complejos cuando se utilizan mezclas de diferentes uvas.
Las variedades más populares de uvas rojas para vino son Cabernet Sauvignon, Pinot Noir, Zinfandel, Merlot y Syrah, mientras que Chardonnay, Pinot Gris, Riesling, Sauvignon Blanc son las predilectas entre las uvas blancas.
Levadura
La levadura juega un rol fundamental en el proceso de elaboración del vino, siendo el agente que permite la fermentación al convertir los azúcares de la uva en alcohol, además de ser responsable de los sabores que se desarrollen en el vino. Se pueden utilizar las levaduras que se encuentran presentes naturalmente en la uva, aunque por este medio el fermentado se realiza más lentamente. Lo más frecuente es el uso de levaduras cultivadas, las cuales se escogen de acuerdo a su capacidad de mejorar ciertas características en el producto final.
Nutrientes de la Levadura
Estos aditivos permiten promover el crecimiento adecuado de las levaduras, aportando recursos adicionales para que esta realice una óptima fermentación. Cuando son utilizados se colocan al principio del proceso de fermentado.
Azúcar
Frecuentemente se añade azúcar adicionalmente para favorecer la producción de niveles de alcohol más elevados en el vino, además de promover el desarrollo de las levaduras.
Agua
El agua se agrega durante el proceso de fermentación para regular las cantidades de azúcar presentes en la solución, de forma que se obtenga el balance alcohólico adecuado en el vino.
Metabisulfito de Sodio
Este componente es ampliamente utilizado en la industria del vino. Se incorpora en el vino durante la fermentación para evitar que sea dañado por bacterias indeseables, además que es aprovechado como desinfectante para la higienización de todos los implementos utilizados durante la elaboración. Alternativamente se puede utilizar sorbato de potasio para el mismo fin.
Tanino
El tanino es un elemento que se presenta naturalmente en las uvas, aunque también es adicionada de manera artificial para promover un vino de perfil más seco, ya que este modifica como se percibe la bebida en la boca al reducir el efecto lubricante de la saliva.
Enzima Pectina
El uso de esta enzima es con el fin de descomponer la pectina presente en el vino, para que este sea más limpio y claro.
Acabados
El uso de estos aditivos permite clarificar el vino, al recoger partículas que se puedan encontrar en él, lo que permite que este sea más cristalino y puro. Los más usados son kiesesol, isinglass, enonite, gelatina líquida o seca. Antiguamente se utilizaban claras de huevo, pero esta opción puede incorporar bacterias dañinas al vino.
Ácidos
Los ácidos son incorporados en el vino para incrementar los niveles de acidez que presenta el producto final, utilizándose principalmente ácido iátrico, ácido tartárico y ácido málico.
Otros Aditivos
En algunos casos se agregan otros tipos de aditivos, con el fin de modificar el aroma y el sabor del vino, aunque su uso está rigurosamente regulado por las autoridades.
Elaboración del Vino
Cosecha
La elaboración de un buen vino comienza con el manejo adecuado de la cosecha. La época en la que las uvas son cosechadas es un factor determinante en el sabor que tendrá el vino, dependiendo de los niveles de dulzura y acidez que la uva haya alcanzado de acuerdo a su madurez.
El proceso de cosecha se puede hacer tanto mecánicamente como manual, con la mayoría de los productores prefiriendo que se haga a mano, ya que se garantiza un trato más delicado tanto de las uvas como del viñedo.
Una vez cosechadas las uvas, estas son trasladadas, revisadas y clasificadas en lotes, siendo removidas todas las que no se encuentren aptas para la elaboración del vino.
Prensado
Utilizando prensas mecánicas, las uvas ya clasificadas y con el tallo removido son aplastadas para extraer su jugo, el cual recibe el nombre de mosto. El mosto aún contiene la piel y las semillas, las cuales se dejan en contacto con el jugo para incrementar el color, el sabor y el nivel de tanino para los vinos tintos. En el caso del vino blanco, el jugo se separa rápidamente para evitar que este tome algún tinte indeseado.
La fermentación puede durar desde 10 días hasta más de un mes, extendiéndose hasta que la totalidad del azúcar haya sido transformada en alcohol para obtener un vino seco. En el caso de los vinos dulces, el fermentado es frenado antes de que finalice, de manera que aún se conserve parte de las azúcares propias de la uva.
Clarificación
Este es el proceso a través del cual se remueven todas las partículas sólidas presentes en el vino, tales como taninos, levaduras o proteínas. El vino es colocado en un depósito, pudiendo ser un barril de madera de roble o en tinas de acero inoxidable. Para la clarificación el vino puede ser filtrado o acabado.
El acabado se realiza colocando alguna sustancia a la cual se le adhieren las partículas indeseadas del vino, concentrándolas en el fondo del tanque. Cuando la clarificación se hace por filtrado con ayuda de un filtro fino se remueven los sólidos presentes en el vino.
Almacenamiento
Una vez se cuenta con un vino clarificado y limpio, este se encuentra listo para su almacenamiento, ya sea que se embotelle inmediatamente o se deje añejar por un período de tiempo específico.
Cuando el vino se deja envejecer esto se puede hacer en botellas de vidrio, barriles de roble o tanques de acero inoxidable. Al utilizar barricas de madera el vino desarrolla un sabor mucho más suave y con notas avainilladas, además que permite una mayor exposición al oxigeno, facilitando una oxidación natural que disminuye los niveles de tanino y produce una bebida más afrutada. Para obtener vinos más cítricos, como es el caso de algunos vinos blancos, se utilizan depósitos de acero inoxidable para preservar la acidez y el sabor.
Tipos de Vino
Vino Tinto
Los vinos tintos son todos aquellos elaborados a base de uvas rojas, fermentando el jugo en contacto con las pieles, ya que son estas las responsables de aportar el color rojo profundo que caracteriza a los vinos tintos. Estos poseen un sabor más intenso y aromático, ideal para acompañar comidas más fuertes y especiadas y se pueden disfrutar a una temperatura ligeramente más baja que la temperatura ambiente.
Vino Blanco
El vino blanco es el que se elabora aprovechando principalmente uvas blancas. En algunos casos también se pueden utilizar uvas rojas, procurando que al momento de prensar las uvas se remuevan rápidamente las pieles para evitar que liberen su pigmento y tiñan el jugo. Estos vinos se disfrutan fríos y resultan el acompañamiento ideal de comidas de sabores más delicados como el pollo o el pescado.
Vino Rosé
Este vino se elabora utilizando uvas rojas, pero removiendo las pieles antes de que el jugo tome un color muy oscuro. También se puede hacer mediante una combinación de vino tinto y blanco. En este tipo de vino existen tanto variedades dulces como más secas.
Vino Espumoso
Por medio de una segunda fermentación se obtiene el vino espumoso, pudiendo elaborarse a base de los tres tipos de vino anteriores, aunque es más frecuente el uso del blanco y el rosé.
Vino de Postre
Esta variedad se elabora por medio de la fortificación de un vino con algún destilado como el brandy durante la fermentación. Son generalmente vinos de sabor dulce, aunque se presentan algunas variedades de gusto más seco, ya que su dulzura depende del momento en que son añadidos al vino fermentado.
Regiones del Vino
Francia
Siendo uno de los principales países productores de vino, ha mantenido históricamente la buena reputación y la calidad de sus vinos. Con una amplia variedad de vinos que incluye el Borgoña, Champagne, Loire, Alsace, Languedoc-Roussillon, entre otros estilos muy exquisitos, Francia continúa estando a la cabeza de la industria
Italia
Siguiendo a Francia en producción, Italia es también ampliamente reconocida por su maravillosos vinos, como los son el Barolo, Toscano, Veneto, Abruzzo, Lambrusco y Barbaresco.
España
Cuenta con la extensión de viñedos más amplia en el mundo, y aunque con una producción más reducida, su producto es también de gran calidad. Se destaca los vinos Rioja, Baixas, Rueda, Rías, Priorat, Castilla y León, Jerez.
Estados Unidos
La mayor parte de la producción de Estados Unidos se concentra en California, en Napa Valley. Sus vinos son reconocidos mundialmente, encontrándose muchas de sus variedades a la altura de sus contrapartes europeas. Sus viñedos producen una amplia gama de excelentes uvas, destacándose las Pinot Noir, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Chardonnay, Zinfandel y Merlot.
Argentina
Los vinos argentinos poseen una gran popularidad, siendo esta una industria que se mantiene en constante crecimiento, con buenos viñedos de Cabernet Sauvignon, Malbec, Chardonnay y Bonarda.
Chile
Chile ocupa un lugar de renombre entre los productores de vino, destacándose con la elaboración de Carménère, conocida como la variedad perdida de Bordeaux. Además de esto, principalmente para el mercado de exportación cuentan con excelentes Chardonnay, Merlot, Sauvignon Blanc y Carbernet Sauvignon.
Portugal
Portugal se destaca en la industria por la producción de su exquisito Oporto, un vino de postre enriquecido el cual se elabora principalmente en la región norte del país. Sus vinos poseen mezclas de uvas como lo son las Tempranillo, Touriga Nacional, Alvarinho, Arinto, Touriga Franca y Alicante Bouschet.
Australia
Australia se ubica entre los productores más importantes a nivel, contando con excelente uvas Syrah y Chardonnay, basando su industria de vinos principalmente en la exportación a otros países.
Alemania
Con una excelente variedad de vinos blancos con uvas Riesling y Müller-Thurgau, Alemania se mantiene en la escena como un representante importante de la industria, realizando exportaciones principalmente a Inglaterra y Estados Unidos.
Sudáfrica
Siendo reconocida por su Chenin Blanc, en el país africano se producen algunas variedades de vino muy interesantes aprovechando sus viñedos de Cabernet Suvignon, Chardonnay y Pinotage.
Una Copa Cautivadora
Con sus bellos colores, sus aromas fascinantes y sus exquisitos sabores, el vino representa un placer para los sentidos. Una buena botella de vino puede convertir cualquier ocasión en una celebración llena de lujo, con su magnífica presencia, aportando un encantador elemento de sofisticación. En Topdrinks contamos con una amplia selección de los más exquisitos vinos, donde podrás encontrar el ideal para darle a tus veladas un toque elegante y gourmet.